LA EVOLUCIÓN DEL AMOR


El único que puede hacer que todo camine en orden dentro del matrimonio, es el Señor Jesucristo, de tal manera que aunque se levante el enemigo con espíritus especialistas es rupturas de pareja, no logran sus propósitos porque no hay nada que pueda aplacar la presencia de nuestro Señor Jesucristo si verdaderamente estamos permitiendo que sea Él  quien gobierne sobre nuestro matrimonio.
No obstante podría ser que nuestros inicios, como pareja, no fueron en el orden de Dios porque en algunos casos, se casaron porque se tenían que casar y no porque quisieran casarse; quizá todo fue producto de haber caído en la trampa de enemigo y hubo una tentación que no se pudo evadir, sea esta por falta de continencia, temor de Jehová, etc., sin embargo hoy estamos delante de Dios porque hemos creído en El y la restauración de nuestro matrimonio está en proceso; pero no todos los matrimonios tuvimos el mismo inicio, aunque quizá todos hemos atravesado por tormentas en las que Jesús no estaba en nuestro matrimonio y entró a nuestra barca, en medio de la tormenta y caminando sobre las aguas; en otros casos, había tormenta en el matrimonio y Jesús estaba en la barca pero El estaba dormido para comprobar si nuestra fe estaba cimentada en El; en otros casos, hubo tormentas en el matrimonio por falta de obediencia a Jesús lo cual hizo que nos viéramos en situaciones muy adversas a lo que nosotros esperamos que fuera nuestro matrimonio.
La pregunta entonces es: ¿cómo está nuestra barca?, porque también podría ser que estemos en medio de problemas porque no hemos pedido la ayuda necesaria a la persona indicada, porque debemos saber que el único que nos puede ayudar es nuestro Señor Jesucristo a través de sus delegaciones ministeriales. Aunque también debemos saber que problemas siempre habrá porque estamos en la tierra en proceso de la perfección y mientras tanto, estaremos aprendiendo algo nuevo todos los días de nuestra vida, pero ese mismo aprendizaje nos servirá para poder ayudar a otros que estén empezando en la maravillosa empresa del matrimonio.
Dios permite que tengamos cambios en nuestra vida y cuando se lo permitimos, ese cambio es radical para no volver atrás, aunque a medio cambio el panorama se vea incierto, debemos seguir adelante porque la obra que El empieza en nosotros, la terminará; lo único que nosotros debemos hacer es confiar en Él y sin importar las tormentas que vengan, debemos avanzar en el nombre de Jesús aunque vayamos en contra de la tormenta y que a los ojos de los demás parezca contradictoria nuestra actitud, porque quizá lo que los demás esperan que hagamos es que mengüemos ante la adversidad; nosotros debemos actuar de acuerdo a los deseos de nuestro Señor Jesucristo y esforzarnos en todo momento.
De tal manera que uno de los supuestos problemas por los que todos atravesamos, es el perfeccionamiento o la evolución del amor, pero es necesario que podamos identificar ese proceso porque de otra manera se pueden destruir los hogares, consecuencia de la falta de sabiduría en saber que los problemas llegan para que seamos probados, fortalecidos y como consecuencia vayamos entonces alcanzando la perfección, pero de alguna manera todo eso lo lograremos si asimilamos adecuadamente cada vivencia que Dios nos permite experimentar para que vayamos escalando de nivel en nuestro matrimonio, porque no podemos quedarnos en el mismo nivel que estuvimos ayer; necesitamos subir para alcanzar la perfección que Dios desea ver en nuestro matrimonio.
1 Juan 4:18 LBLA En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.
Cuando alguien le tiene miedo a su cónyuge, es producto de un amor que no ha sido perfeccionado.
Cantares 1:9 LBLA A mi yegua, entre los carros de Faraón, yo te comparo, amada mía.
Este mismo versículo en la versión de la Biblia King James, dice que la ve como una compañía de caballos, no como una yegua; porque una compañía de caballos era un espectáculo; entonces lo que el amado le está diciendo es que ella es un espectáculo para El; es una forma de decirle lo enamorado que El está de ella. El punto de esto es que llega el momento en el que se nos olvidamos expresar nuestro amor al cónyuge porque nos dejamos caer en la costumbre de ver o vivir con nuestro cónyuge, pero en realidad a nuestro cónyuge le agrada que le digamos lo mucho que podemos estar enamorados de ella o viceversa.
Cantares 1:15 LBLA Cuán hermosa eres, amada mía, cuán hermosa eres. Tus ojos son como palomas.
En el caso de la esposa; necesita que nosotros los esposos le expresemos nuestro amor, pero no cada año, sino que aquello con lo que un día encontramos el motivo para hablarle quizá por primera vez para enamorarla; debemos recordarlo para volver a encontrar aquellos momentos especiales en los que pasamos platicando y diciéndole cumplidos con palabra de amor, recordar la forma en la que resplandecía nuestro amor por ella; ciertamente los problemas nos puede invadir y hacer desviar nuestra atención, pero no debemos permitir que los problemas ahoguen el amor.
Cantares 2:2 LBLA Como el lirio entre los espinos, así es mi amada entre las doncellas.
¿Cuál puede ser el motivo por el que el esposo sigue amando a la amada como al principio? Lo que deberíamos decir es que un día nos enamoramos y fue para siempre, aunque problemas puede ser que hayan, pero debemos saber que son para fortalecer en amor, porque en medio de las tormentas, pudimos comprender que nuestro cónyuge estuvo con nosotros incondicionalmente.
Cantares 2:10 LBLA Mi amado habló, y me dijo: "Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven conmigo.
Dos son mejor que uno, porque cuando uno de los dos cae, el otro lo puede levantar, sin importar el problema que llegue, aunque sea solamente para darle ánimo para que continúe porque no se puede hacer más; para darle ideas de cómo pueden salir adelante, etc., no se trata que si uno de los dos cae, el otro lo deje en la condición en la que se encuentra, sino que con el mismo amor de siempre, lo ayude para levantarse y que puedan seguir adelante.
Conforme pasan los años, El amor se va manifestando de una y mil formas, porque el amor de cónyuges no se basa de tener relaciones sexuales constantemente, sino en que nos involucremos en los asuntos personales, el uno de otro sabiendo que su beneficio es el nuestro.
Cantares 2:13 LBLA "La higuera ha madurado sus higos, y las vides en flor han esparcido su fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía, y ven conmigo."
Es necesario que afirmemos nuestro amor como esposos, para que estemos juntos, tanto en las buenas como en las malas, aunque uno de los dos haya estado privado de los triunfos que el otro ha logrado, debemos llamarlo o llamarla para que sigamos juntos en las buenas y en las malas porque los triunfos de uno, son los triunfos de los dos y las derrotas de uno son las derrotas de los dos.
Cantares 4:1 LBLA Cuán hermosa eres, amada mía. Cuán hermosa eres. Tus ojos son como palomas detrás de tu velo; tu cabellera, como rebaño de cabras que descienden del monte Galaad.
Notemos en este versículo otra vez está empezando diciendo: AMADA, y nuevamente le habla de sus ojos.
Cantares 4:7 LBLA Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
Una de las cosas que debemos saber es que si verdaderamente amamos a nuestro cónyuge, nuestro amor cubrirá la multitud de defectos que pueda haber, como Cristo lo hace con la Iglesia, porque aunque nosotros tengamos multitud de defectos, El nos ve con los ojos de la fe de lo que hemos de alcanzar a ser por amor a Él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario